"Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa." Isaías 41:10
Con este versículo quiero, una vez más, reiterar a cada uno de los actores de la industria aérea nacional: no tengan miedo de tomar decisiones que protejan sus empleos, sus aerolíneas, su futuro.
Veo cómo las aerolíneas tradicionales están perdiendo mercado, y no precisamente por la existencia de mejores ofertas, sino por privilegios otorgados por las autoridades a otros, con el silencio cómplice de quienes deberían alzar la voz. ¿Qué ocurre? Tienen miedo. Y mientras ese miedo persiste, sus inversiones se reducen poco a poco.
Muchos temen a los medios que han tenido la valentía de denunciar estas irregularidades. Temen a quienes han decidido defenderlos sin pedir nada a cambio. Pero irónicamente, no han temido nunca a sus verdaderos verdugos: aquellos que, día tras día, los debilitan y los hacen retroceder.
Mientras ellos callan, nosotros seguiremos firmes en nuestra línea de defender lo que es nuestro, aunque eso implique enfrentar el difícil desenlace de ver a algunos cerrando sus puertas. Porque la defensa de lo justo no puede depender del miedo, sino del coraje.
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