Por Andrés Hernández Alende
Recientes accidentes aéreos, como el desastre del avión que se volcó cuando aterrizaba en el aeropuerto de Toronto el 17 de febrero, han causado alarma y temor a volar entre muchas personas.
El avión, un Bombardier CRJ-900, procedía de la ciudad de Minneapolis y transportaba a 80 pasajeros. El accidente dejó varios heridos, pero por fortuna ninguna víctima fatal.
El 29 de enero ocurrió una catástrofe, cuando un avión que se disponía a aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan, en Washington, colisionó en pleno vuelo con un helicóptero militar y cayó en las aguas heladas del río Potomac. El avión, procedente de Wichita, en el estado de Kansas, llevaba 60 pasajeros y 4 tripulantes. En el helicóptero iban tres militares. No hubo sobrevivientes. Según datos preliminares de la Asociación Alemana de Aviación (BDL), en 2024 se registraron 334 muertes en accidentes de aviación civil en todo el mundo. La aviación civil abarca tanto las aerolíneas comerciales como aviones privados y pequeños aviones de aviación general.
Si nos enfocamos solo en aerolíneas comerciales, el número de muertes es menor. Por ejemplo, en 2024, se informó un total de 298 muertes en aerolíneas comerciales en todo el mundo.
En 2024 hubo un aumento considerable de accidentes aéreos y víctimas. Estos desastres se atribuyeron a diversas causas, como fallas técnicas, condiciones climáticas adversas y errores humanos.
Sin embargo, a pesar de este aumento de los desastres, la aviación sigue siendo el medio de transporte más seguro.
El saldo mortal de los accidentes automovilísticos es muchísimo mayor. Solamente en Estados Unidos, 29.135 personas perdieron la vida en colisiones de tránsito entre enero y septiembre de 2024, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). Los accidentes fatales disminuyeron el 4,4% en comparación con el mismo período de 2023, pero aun así la cantidad de muertes fue elevadísima, 98 veces más que el número de muertes en accidentes de aerolíneas a nivel mundial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que cada año mueren aproximadamente 1,19 millones de personas en accidentes de tráfico en todo el mundo. Los hombres tienen tres veces más probabilidades de perecer en un accidente vehicular que las mujeres. Y los que conducen usando el teléfono móvil tienen cuatro veces más probabilidades de verse involucrados en una colisión.
En comparación, en 2024 los accidentes en aerolíneas comerciales sumaron menos de 300 víctimas.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) calcula que la probabilidad de morir en un accidente de avión comercial es menor a 1 en 10 millones de vuelos. Entretanto, en Estados Unidos, la probabilidad que tiene una persona de sufrir un accidente automovilístico fatal durante su vida es de 1 en 101, señala el Consejo Nacional de Seguridad de EEUU. La diferencia es abismal.
Aun así, muchas personas tienen miedo a viajar en avión, pero no a desplazarse en automóvil. Lo que sucede es que los accidentes aéreos llaman más la atención de los medios y del público y generan más alarma porque ocurren con muy poca frecuencia, y uno solo de esos trágicos episodios puede ser devastador y dejar como saldo un alto número de víctimas. El hecho de que más personas teman volar que conducir un auto revela que, en numerosos casos, la percepción del riesgo no coincide con la realidad de las estadísticas. Pero los datos lo indican claramente: el avión es el medio de transporte más seguro. Así que no tenga miedo y suba a bordo.
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