Por Víctor Manuel Peña
No hay duda de ningún tipo de que Netanyahu es un verdadero genocida o un criminal de lesa humanidad por el gran desastre humano que ha hecho en Palestina y Gaza cada vez que ha sido primer ministro de Israel.
Ya nadie puede hablar en el mundo de que Israel es el pueblo escogido por Dios.
Dios no es ni puede ser un dios del genocidio.
Netanyahu solo puede ser comparado con otro genocida o criminal de lesa humanidad que responde al infernal nombre de Adolfo Hitler.
Benito Musolini fue otro infierno en la historia.
La Corte Penal Internacional de la Haya tiene que encargarse de juzgar los genocidios de Netanyahu y llevarlo a la hoguera para que se consuma en el fuego eterno.
Es hora de que la causa de los palestinos sea asumida por la humanidad.
Las causas de la humanidad siempre han sido las muy nobles causas de la verdad, de la justicia, de la dignidad, de la pulcritud, de la decencia, de la integridad y del respeto total a los derechos humanos.
Hay que desterrar de la tierra para siempre al nazismo, al fascismo, al sionismo y al apartheid.
La lucha de clases no debe conducir a la humanidad a negarse así misma o a enterrarse desde el punto de vista de la moralidad.
En el campo del materialismo de la historia es posible plantear y abrazar un mundo más humano.
No creo en el idealismo de la historia humana.
Condenamos siempre todas las aberraciones y deformaciones de la historia.
La humanidad se merece un mundo mejor.
No queremos un mundo de genocidas y de criminales de lesa humanidad.
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