Por Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Los ángeles, como mensajeros y protectores divinos, nos acompañan en cada paso de nuestro camino, brindándonos su protección y guía. Pedir su ayuda para proteger nuestras salidas, nuestro caminar y nuestras entradas es una manera de reconocer nuestra dependencia de la gracia divina y de buscar su amparo en todas las circunstancias de la vida. En el Salmo 91, 11, se nos dice: “A sus ángeles ha dado órdenes Dios para que te guarden en todos tus caminos”.
¡Qué los ángeles de Dios nos defiendan hoy y siempre de nuestros enemigos: el mundo, el demonio y la carne!
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
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