Por Luis Federico Santana J.
Les invito hoy a ser como “GOMITAS AMORTIGUADORAS”. Al ser gomitas amortiguadoras se tiene la posibilidad de desactivar las asperezas en nuestro trato con las demás personas.
Pero ¿Qué es eso de Gomitas Amortiguadoras?
Hablo de GOMITAS AMORTIGUADORAS, en referencia a aquellos ebanistas que fabrican las butacas y sillas.
Estos, a fin de evitar la fricción que se produce entre la dureza del hierro y la dureza del piso, colocan a la silla o butaca una gomita de por medio.
De esta forma las durezas de la butaca y el piso pueden compartir sin generar fricciones y ruidos desagradables.
Y, ¿por qué vale la pena amortiguar las asperezas en las relaciones interpersonales? Precisamente para salvar el valor de la persona humana y su dignidad.
Toda persona es MISTERIO INSONDABLE, incapaz de ser reducido a una idea o concepto parcial como el nuestro.
Nuestro intelecto, por más desarrollado que sea, no es capaz de hospedar en sí la GRANDEZA, LA DIGNIDAD Y EL VALOR que hay en cada ser humano.
Todo humano, esté o no consciente de ello, es IMAGO DEI, Imagen y Semejanza de Dios…
Sólo a Dios le es posible SONDEARNOS Y CONOCERNOS de manera total y perfecta.
Vamos a asumir como actitud ante el tú, que representa a todos los demás, la VALORACIÒN Y EL RESPETO, hacerlo incluso cuando el otro no actúe para merecer tal respeto.
No olvidemos que si nuestro conocimiento de la persona es LIMITADO, FRAGMENTARIO, PARCIAL E INSUFICIENTE; todo juicio al que lleguemos será apresurado e insuficiente.
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