Por Lincoln López
Cada día veo y escucho con más frecuencia en distintos y hasta en importantes programas por la calidad de los conductores, difundidos por medios de comunicación nacional, llamando indistinta y erróneamente como gestor cultural a una persona que es únicamente creadora de arte.
Denominar a uno y a otro como si fuera lo mismo, como está sucediendo en instituciones académicas y culturales, contribuye a permanecer en el error, máxime cuando se trata de centros de estudios donde se supone posee un aceptable nivel de conocimientos y conceptos. Técnicamente hablando, no es lo mismo un gestor que un actor o escritor o pintor o músico…
Otra cosa sería, si una persona en determinada circunstancia, ocupe la posición o el rol de gestor y sea, por otro lado, un creador. Quien escribe este artículo, en varias ocasiones ha ocupado cargos públicos y privados, pero no ha sido para gestionar mi propia creación o área de trabajo personal, es decir, para beneficiarme de mi propia creación. Más bien contribuí a hacer crecer a otros. Sin embargo, esto es muy común en países de escaso desarrollo cultural y político como el nuestro.
Aunque varios libros y artículos virtuales tratan este tema. Seleccioné la definición de gestor cultural del escritor Rubens Bayardo cuando dice: “El gestor cultural es un mediador de opera desde una perspectiva general entre los diversos actores, cuerpos disciplinares y especialidades puestos en juego en las distintas fases de los procesos culturales…”.
Por tanto, el gestor cultural es un intermediario que está al frente de una entidad para planificar y ejecutar actividades propias de su cargo, siendo un ente “vinculante” entre el creador y a quien va dirigido ese proyecto: el público, el pueblo, la academia… para su disfrute y su crecimiento…Insisto, pues, el gestor no es un creador para difundir su propia obra artística.
¿Cuáles serían sus funciones esenciales? Sintetizo un documento actualizado del Instituto de Gestión Cultural y Artística de España: Conceptualizar, planificar, diseñar y ejecutar proyectos. Realizar estudios y analizar públicamente los temas puntuales que entorpecen el desarrollo cultural. La gestión comunicacional y la libertad de pensamiento se restringe, particularmente cuando existe presión desde el Poder Político.
Naciones más avanzadas, poseen carreras profesionales y maestrías para esta profesión. El citado instituto tiene programado para este año: Gestión de Exposiciones, Proyectos Editoriales, Museología, Turismo Cultural, en Artes Escénicas…
Hay que fortalecer paralela y profesionalmente los centros académicos para los creadores o artistas. Citar, además, el rol del agente artístico y su obligatoriedad en nuestra normativa. Muchos son los aspectos a considerar y ponerlos en marcha en una política general de cultura.
En fin, nos faltan muchas interrogantes y todas las respuestas concretas.
Comentarios