Tres en uno en la aviación dominicana

Recordando tres de los casos que han sucedidos en la aviación nacional sin que los líderes del sector tomen medidas para rescatar lo que por naturaleza le corresponde en lo que ha ido deteriorando y sacando de combate a las líneas aérea nacionales.

En la década de los noventa se inició la construcción del hoy Aeropuerto Internacional Joaquín Balaguer sin que hasta la fecha el sector doliente de la aviación nacional le solicitara al Estado Dominicano su construcción ya que el Aeropuerto de Herrera aun podía rendir mayores frutos y cumplir con el anexo 14 de la OACI, pero el empresariado de ese entonces se quedó callado provocando el traslado de sus operaciones al nuevo aeropuerto impactando de manera negativa en las líneas aéreas nacionales.

Ahí podemos decir que hablamos del pasado, hoy en día nos encontramos en un proceso que podemos decir que estamos estancados en lo que sería la Categoría II (Categoría Limbo) sin aun formalizarse la misma otro, revés para la aviación nacional.

Otro punto que tenemos en la actualidad es la amenaza de la actual gestión del presidente Luis Abinader de suscribir un acuerdo de cielos abiertos, cosa esta que llevaría al colapso de nuestra creciente aviación.

No aprendimos con el traslado impuesto del aeropuerto de Herrera al del Higüero, quedándonos con los brazos cruzados, estamos en la Categoría II y nos mantenemos con los brazos cruzados y calladitos a pesar del derrotero que llevamos.

Ahora personas ajenas a la aviación realizan pacto con los Estados Unidos para suscribir un acuerdo de cielos abiertos sin que el mismo sea consensuado con los actores de la industria aérea, desde ahí dando la señal más clara de que a la aviación nacional con este acuerdo las autoridades, junto al Mitur lo único que procuran es la desaparición de las líneas aéreas nacionales para seguir dándole paso a la aviación foránea para favorecer la vulnerable industria del turismo que un simple ciclón la saca de combate.

Lo triste de esto es el silencio de los gremios que existen en la aviación dominicana, donde aparecen personajes que lo único que saben hacer es unirse a destructores de nuestra aviación con la intención de contar con un pedazo de pan sucio.

Esos son tres puntos que día a día observo que nos están perjudicando más y más, ya que preferimos callar y que se siga la destrucción de la aviación nacional en vez de luchar por la misma.

A pesar de los ofrecimientos que recibo cada día prefiero seguir con limitaciones a recibir dinero que me comprometa con instituciones que lo único que procuran es comprar mi silencio para que no denuncie las irregularidades que lleva la aviación nacional a su desaparición.

Prefiero que sigan boicoteándonos y salir de los medios, pero no vamos a callar ya que no vamos a cambiar nuestra forma de pensar, de proteger lo nuestro, por unos pesitos sucios que lo que procuran es nuestro descrédito.

Poco a poco vamos creciendo, poco a poco nos llega publicidad, poco a poco nos mantenemos en el aire y poco a poco Dios delante nos mantendremos en el aire a pesar de los embates.