Por Ramón Colombo
Urge que cambiemos el enfoque sobre un territorio vecino en el que existió un país llamado Haití, donde ya no hay Estado con sus tres poderes básicos ni unas fuerzas armadas que hagan cumplir leyes que ya no existen. Es tiempo de que asumamos que lo que durante mucho tiempo fue el primer país independiente de América Latina, hoy es simplemente una selva dominada por las fieras más sanguinarias del mundo. Y si acaso a tales fieras se les ocurriera acercarse a la frontera nuestra respuesta debe resumirse en una sola palabra: ¡Fuego!… (Lo que ese pobre pueblo victimado nos agradecerá por siempre).
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