Cultura viva

“Las fuerzas aliadas”

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Lincoln López

Por Lincoln López


Históricamente se conoce como “Las fuerzas aliadas” al conjunto de países adversos política y militarmente a las “Potencias del Eje”, entre ellas, la Alemania nazi y su Canciller A. Hitler. Tres naciones encabezaron los aliados: Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia, representados por sus respectivos gobernantes de entonces: W. Churchill, F. D. Roosevelt y I. Stalin, en el marco de la Segunda Guerra Mundial.


La trilogía en si misma era opuesta. No renunció a su particular forma de gobernar o ideología, ni a otras diferencias o desconfianzas mutuas. Por ejemplo, Churchill, primer ministro, un aristócrata, intelectual y famoso por su brandy y sus puros. Por su parte, Roosevelt,  presidente de los Estados Unidos, sentía antipatía por el Imperio Británico, y Stalin, era la figura máxima del socialismo ruso, contrario a los otros dos.


Por los intereses de todo tipo envueltos en la misma, es de suponer que los pensadores políticos y los estrategas militares de los respectivos países, debieron sortear mil y una situaciones, para imponerse en esa conflagración mundial. Hubo acuerdos, desacuerdos y posposiciones según consta en el documento final “Decisiones de la conferencia”, como la cuestión de los “crímenes de guerra”.


No sabemos cuántas horas-hombres-trabajo se invirtieron, ni cuántos borradores se hicieron y rehicieron en cada país. Solo conocemos por textos especializados la serie de encuentros (conferencia) públicos: el primero de ellos fue en Moscú en 1942, la segunda y otras tres más, fueron llevadas a cabo en 1943, iniciando en Casablanca. Siguieron otras en 1944, hasta finalizar el documento al final de ese mismo año. Eso sí, invariable se mantuvo la decisión para alcanzar el objetivo principal: vencer el nazismo. 


Ya estructurado el documento, solo faltaba la formalidad de rigor. Para su imagen, veracidad y credibilidad, organizaron un acto público llevado a cabo en Yalta (Crimea), al sur de Ucrania (Palacio Imperial de Livadia), del 4 al 11 febrero de 1945. Allí estaban los tres líderes, y aliados ocasionales para un propósito común, disfrazando  sus latentes contradicciones. Allí estaban los tres líderes, elegantemente vestidos, sentados y posando para la historia. 


Educa, aprender de la Historia comprendiendo el pasado y, alcanza el saber crítico, conocer la Filosofía, de una manera transversal, reflexiva, racional, sistemática y metodológica sobre la concepción el mundo, sobre los distintos procesos ocurridos en momentos específicos, y así, hacer los debidos ajustes y aplicarlos a las nuevas y diversas situaciones. Es lamentable que sociedades como la nuestra, resten importancia a ese tipo de disciplinas.


Finalizo con una cita de Dionisio el Halicarnaso (60 AC-10). Historiador griego: “La historia es una filosofía en ejemplos”. Y los ejemplos del pasado, estudiados, para algo deben servirnos hoy día.

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