Desde el momento en que fue designado Román Ernesto Caamaño, el 17 de agosto del 2020, mediante el decreto número 339-20, como Director General del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), ademas de la designación de Héctor Porcella Dumas como su subdirector y José E. Marte Piantini, como presidente de la Junta de Aviación Civil, nosotros alzamos nuestra voz, en contra de estas designaciones, llegando a someter a la justicia dominicana al Sr. Luis Rodolfo Abinader Corona, Presidente Constitucional de la República Dominicana, ya que de acuerdo al perfil requerido por la Ley 491-06 de Aviación Civil, ninguna de esas designaciones cumplían con la ley de aviacion nacional y por ende el presidente Luis Abinader estaba incumpliendo la ley de aviación civil con dichos nombramientos.
Por otra parte, el ministro de turismo, David Collado, autodesignado salvador de la aviación nacional ante los organismos internacionales, según le dijese este, al Sr. Luis Abinader presidente de la República, de que él se haría cargo de resolver los asuntos aeronáuticos del país, no ha hecho más que hundir en un enorme precipicio la aviación nacional, a punto de ser considerado como el responsable del descalabro del sector y persona no grata en la industria aérea nacional.
La Dirección General de Migración, la cual en innumerables artículos y notas de prensa, escritas por estos medios, hemos establecido su función de trabajar de la mano con el Instituto Dominicano de Aviación Civil y con el Ministerio de Trabajo de la República Dominicana, ya que en el país se encuentran laborando de manera irregular cientos de profesionales de la aviación extranjeros que ingresan al país bajo una Declaración General pero que no poseen los permisos legales para trabajar en empresas aéreas dominicanas, esto viene en franca violación con el código laboral dominicano en perjuicio de nuestros profesionales que hoy carecen de empleos porque empresas como RED Air, Arajet, SkyCana y otras que realizan vuelos privados, tienen en nuestro país personal sin la debida autorización laboral y a quienes el Instituto Dominicano de Aviación Civil les otorga convalidaciones de licencias en violación a la Ley 491.06 y a las regulaciones aéreas dominicanas (RAD) 119.
El sector aéreo nacional ha sido abandonado por completo por parte de las autoridades dominicanas en el gobierno del cambio, pero ¿y que han hecho los principales gremios del sector? como lo es la Asociación Dominicana de Líneas Aéreas (ADLA) y la Asociación Nacional de Pilotos (ANP), la cual tuve el privilegio de dirigir por 9 años de manera consecutiva.
La primera, ADLA lo que ha hecho es unirse a las desastrosas actividades realizadas por el Ministro de Turismo, como lo fue en la actividad de FITUR 2024 en donde, a pesar de que fueron a apoyar al oficialismo, les anunciaron en sus propias narices, el inicio de frecuencias de rutas extranjeras e incremento de otras que ya existían a parte del atroz anuncio de la firma del tratado de Cielos Abiertos con los Estados Unidos de Norteamérica.
Por su parte, la ANP ha sido la gran ausente, siendo cómplices por alguna forma de decirlo, de que en nuestro país, un grupo de venezolanos tengan secuestrados los empleos en una empresa dominicana llamada RED Air, donde todo el dominicano que aplica nunca es llamado para ser entrevistado, y esto con el aval de nada más y nada menos que el Director de Operaciones del Instituto Dominicano de Aviación Civil, el Sr. Rodolfo Victoria, quien fuese el Inspector de Operaciones a cargo de la certificación de esa empresa y por ende la denominó ¨su huevito¨, en donde ningún piloto dominicano entraría sin su autorización. ¿Podríamos llamarle corrupción a esto?.
Asimismo, la ANP, tampoco ha dicho nada respecto a las demás empresas que tienen fiestas de convalidaciones en nuestro país para pilotos extranjeros que no poseen permisos de trabajo en nuestro territorio, y es que, de los 7 miembros de la directiva, 8 viven fuera del país, ¿a quién estará beneficiando la ANP?
Señores que conforman la directiva de la ANP, ustedes serán los únicos responsables del desorden que han permitido que ocurra en el sector aéreo nacional. Nosotros, por nuestra parte, hicimos lo correcto, incluso llevando al Sr. presidente de la República a los tribunales para hacer que se cumpla con la ley de aviación civil, sobre sus hombros quedará el peso de haber sido nuevamente categorizados y que el país sea vendido a los Estados Unidos para que terminen de desbaratar la aviación nacional.
¨LE EXHORTO A NUESTRO PAIS, NO PERDAMOS LA SOBERANIA¨
Juan Pablo Duarte.
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