Por Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio
El Adviento nos recuerda que la espera puede ser un tiempo de crecimiento y preparación. Una de las lecciones de este tiempo es precisamente el recordarnos que todo en la vida conlleva una debida preparación. Por eso se nos invita a esperar.
Aprovechemos, pues, esta oportunidad para fortalecer nuestra fe y esperanza.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
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