Por Lincoln López
Cultura viva rinde este sencillo homenaje póstumo, a ese gran ser humano y artista dominicano llamado don Freddy Beras-Goico (1940-2010), recordando una anécdota suya ocurrida hace años en un estadio en Puerto Rico, donde estábamos los integrantes de un elenco artístico en un camerino.
Antes, deseo expresar para las nuevas generaciones: que Freddy Beras-Goico vive en la memoria y en el corazón de su pueblo que lo respeta y admira, por su talento y versatilidad artística, en este mes aniversario de su desaparición física. Presentador y productor de radio y televisión; actor de teatro, cine y humorista; escritor y compositor; filántropo y patriota.
Reconocido por sus grandes, variados y valiosos aportes a la televisión dominicana comprometido a través de una exitosa y prolongada carrera de casi 50 años. Su más exitoso programa de televisión por 30 años fue: “El Gordo de la Semana” (1973-2003). Considerado además, “una de las personalidades más influyentes de la República Dominicana denunciando los males de su país…”.
Fue galardonado por instituciones nacionales y extranjeras: Premios Soberano y El Gran Soberano. Micrófono de Oro como Mejor Animador. Premiado en la categoría Mejor Actor. Condecorado por el Gobierno dominicano con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella; por el de Colombia con la Orden de San Carlos. Declarado Hijo Ilustre por el Ayuntamiento de Santo Domingo. Gloria Nacional del Arte y la Comunicación Cultural por la Secretaría de Cultura...
La anécdota trata de un talentoso y versátil artista dominicano incorporado al elenco nuestro en el estadio Roberto Clemente llegado el día anterior de una función en Nueva York. Éramos unas 50 personas, entre orquesta, bailarines, Perico Ripiao, cantantes solistas, 3X3 (Freddy, Cecilia y Cuquín), las escenas teatrales de Franklin Domínguez con Iván García, Ramón Oviedo y yo. El famoso artista en cuestión, compartía el camerino con nosotros, los solistas y 3X3. Todo iba bien hasta que se acercaba su turno para actuar. (Primera llamada: 10 minutos para entrar a escena).
El humorista y cantante, empezó primero a enmudecer, luego a sudar, a mostrarse hostil, nervioso se apartó, deprimido y atormentado. (Segunda llamada: 5 minutos), y gritó: No me presento. Había entrado en pánico escénico. Ninguno de nosotros se atrevió a intervenir. Solo Freddy, con su carácter generoso y firme, con voz recia y palabra franca, lo hizo. Volvió a la normalidad. Salió a escena y, triunfó. ¡Sabrá Dios de cuáles efectos trágicos le salvó Freddy! (Omito el nombre del artista por respeto a su memoria).
¡Tu legado es inmenso Freddy Beras-Goico. Tu pueblo y tu público, agradecidos, siempre te recordarán!
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