En el momento que vive la aviación nacional es muy importante la unidad de los mejores actores. Para nadie es un secreto que desde que la aviación nacional tratara de iniciar su despegue hacia la prosperidad, nubes grises se postraría en la trayectoria de ese vuelo.
Unidad en la diversidad es lo que se necesita en este momento, ya que la división solo le facilita el accionar de aquellos vendedores de la patria que buscan solo su bienestar a través del turismo, que, si tiene sus reglas, pero para el beneficio de ellos no quieren cumplir las reglas de otros renglones que son parte del desarrollo del país.
No creo en las buenas intenciones de esos que venden como una panacea el tratado de cielos abiertos con los Estados Unidos, eso es poner a competir a Mike Tyson con nuestro Pío La Distingancia, una competencia muy desigual y mas reconociendo las malas artes de esas compañías norteamericanas.
Si ese tratado de cielos abiertos fuera favorable para la aviación nacional, los primeros que estuvieran dándolo a conocer por los cuatros cuadrantes fueran las autoridades aeronáuticas. Hasta el momento no he visto ni sabido que alguien ha visto un borrador del mismo, por lo tanto, se que tiene sus cocoricamos y el mismo no es a favor de lo nuestro.
Estados Unidos no logró suscribir en la gestión del PLD ese tratado de cielos abiertos, porque al parecer los cielos abiertos era para ellos, pero cerrado para nosotros los dominicanos.
No entiendo porqué el gobierno del cambio solo procura favorecer intereses particulares y sobre todo después que el gobierno de Leonel Fernández en el 2007 logró que la Republica Dominicana alcanzara retornar a la categoría I (aviones HI poder volar de manera comercial a territorio norteamericano) después de 14 años penalizado por los Estados Unidos, con inversión millonaria en dólares. Este gobierno del cambio venda nuestros cielos con un bendito tratado que lo único que procura es la desaparición de nuestra aviación nacional.
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