Por M. H. García
Actualmente, en nuestra sociedad, incluyendo nuestro sector aéreo, resulta crucial abordar los temas que afectan nuestra convivencia personal, social, profesional y que pueden perjudicar nuestro desarrollo. Bajo este concepto debemos destacar la problemática del “Grupismo ó Los grupitos” que a nuestro entender no son más que, un conjunto de personas que tienden a ajustarse a un patrón cultural, en beneficio de sus propios intereses, influyendo en una organización para lograr sus objetivos, provocando un efecto negativo en las vidas de la mayoría de los que componen el conglomerado.
En nuestra sociedad, desde la época de los expresidentes Trujillo y Balaguer, el grupismo ha sido un fenómeno que se ha venido manifestando en diversos ámbitos, como la política, la educación, el trabajo e incluso en nuestras relaciones personales. Dentro de algunas empresas aéreas, la tendencia de algunas personas a afiliarse excesivamente, perdiendo su identidad y permitiendo que las dinámicas de estos grupitos, dicten sus acciones y pensamientos, es un cáncer que viene devastando nuestro sector aéreo nacional desde la otrora Dominicana de Aviación.
Este comportamiento de adhesión ciega de muchas personas a un grupito en particular puede tener consecuencias devastadoras para la sociedad y en nuestro caso para algunas empresas aeronáuticas existentes, en donde los miembros de dichos grupitos son los que siempre salen aventajados con las acciones de quienes los dirigen, ya que los mismos al final serán los más beneficiados.
Esta práctica a menudo puede generar conflictos que llegan a generar divisiones, discriminación y polarización, fomentando un pensamiento dogmático y reduciendo la disposición para escuchar y comprender a aquellas personas que tienen recursos y perspectivas diferentes.
Los grandes problemas vividos en nuestra aviación han sido por crear ambientes pocos propicios para la innovación y el desarrollo profesional, limitando el crecimiento tanto de los individuos que pertenecen a las empresas como el desarrollo de la mismas.
Es indispensable la detección de aquellos focos de infección (grupismos) en nuestras empresas aeronáuticas dominicanas para que se pueda fomentar la autonomía y el pensamiento crítico, para que esto permita que los empleados se sientan con mayor empoderamiento y capacitados para tomar decisiones informadas y colaborar de manera constructiva con la empresa.
Por lo que, desde estos medios hacemos un llamado a nuestras empresas aeronáuticas a fijar mayor atención a sus empleados administrativos y operativos, señores empresarios miren hacia lo interno de sus empresas, ya que hemos recibido innumerables quejas acerca del cáncer que ronda en las mismas llamado grupismo y que nos atrevemos hacerles un llamado a:
1. Fomentar el trabajo en equipo: colaborar más allá de los límites grupales para alcanzar objetivos comunes, ayudando con la toma de decisiones basadas en valores, ética y conocimiento propio, para producir una mejora positiva.
2. Cultivar la empatía: escuchar activamente a los demás, comprender sus puntos de vista y buscar soluciones conjuntas y no que beneficien a los integrantes de un grupito.
3. Promover la diversidad: valorar y respetar la diversidad de pensamientos y experiencias para enriquecer las perspectivas de todo el conjunto.
Es hora de reconocer que el grupismo ٴó formación de grupitos, en nuestro sector aéreo, es destructivo y limitante para nuestro progreso, debemos apostar por una cultura donde la unidad y el trabajo en equipo sean los pilares que nos impulsen hacia un futuro más armonioso y equitativo, dejando atrás la vieja cultura de aquellos que destruyeron nuestra amada Dominicana de Aviación y con ello llevando al país a la perdida de la Categoría I, en su momento.
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