Por Ramón Colombo
La cómica historia dominicana está llena de cosas verdaderamente insólitas, generalmente inventadas por burócratas que no tienen nada qué hacer o que con sus geniales inventos pretenden justificar sus sueldos y privilegios. El último invento está entre los más geniales del largo historial de genialidades de nuestra burocracia (que en ocasiones bien merece el término “burrocracia”): ¿Se imaginan que cada día a cada pasajero del metro, teleférico, autobuses, concho y motoconcho tengan que pedirle que se identifique pasa saber si es o no haitiano? …(Por favor, tráiganme al inventor de esa comiquería, para ver qué hago con él).
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