Por Mons. Ramón Benito De La Rosa y Carpio
El mes de mayo es presentado como el mes de las flores, y lo es así porque en primavera las plantas florecen. Mayo también es dedicado a las madres, flores innegables de la humanidad. Dentro de esas madres se destaca una Madre: María, la Madre de Jesús, la bella flor del jardín de Dios.
La mujer, que es una flor, muchas veces es marchitada -no solamente subestimada- como ha dicho el Papa Francisco, sino asesinada y maltratada. recordemos que matar a una mujer es marchitar una flor. En mayo, recordemos las flores que nos da Dios en la naturaleza, y la que nos da en cada mujer y en cada madre.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
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