Por Ramón Colombo
Ni Leonel, ni Danilo, ni Guillermo, ni ningún otro que forme parte del arroz con mango de la oposición, esperaban el sorpresivo remate del discurso de Luis Abinader este inolvidable 27 de febrero: el llamado que les hace a formar un frente patriótico frente a la amenaza, real o posible, a la soberanía nacional que representa lo que queda de Haití; un llamado que evidencia, efectivamente, que ninguno de ellos se ha definido ante tal amenaza; un llamado que, por tanto, los obliga a decir qué piensan; un llamado que supera en trascendencia política las sumas y restas que hagan a la larga rendición de cuentas…(A ver qué dicen, si es que dicen)
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