Por Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Hace justamente un mes que se hizo pública la Carta Pastoral de los Obispos, publicada anualmente cada 21 de enero, desde los años lejanos de la tiranía de Trujillo. En esa Carta tratamos el tema que debe acompañar todos los trabajos dentro de la Iglesia durante este año: la honestidad.
Cuando hablamos de la honestidad estamos gritando en el mundo que Jesús respetó a los deshonestos, pero nunca aprobó la deshonestidad. Por eso, nosotros conocemos el caso de Zaqueo, que no era honesto y debió devolver todo lo que tenía, que era robado. Hoy día hay muchos que se han caído en la cárcel por su deshonestidad y se han escapado de la justicia.
Estos, al igual que Zaqueo, tienen la obligación de devolver lo que se robaron. Aún así, los familiares de los deshonestos siguen pagando lo que sus antepasados hicieron. Profundicemos en este valor de la honestidad, no sólo en este 2023.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
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