Por Ramón Colombo
Desde el piso 21 de uno de nuestros tantos edificios del ensanche Naco eché la mirada hacia toda la ciudad de Santo Domingo (propiedad nuestra, de ningún “Guzmán”) y me quedé boquiabierto ante esta impresionante urbe vertical (a pesar de estar llena de basura, sin luz en sus calles y avenidas y caótica en todas sus partes)….Llegué a la conclusión de que Leonel Fernández, dominican-york de buena cepa y buen hacedor de frases, no se equivocó en 1996 al decir que la Capital dominicana era un “Nueva York chiquito”, pero sin imaginar que apenas 27 años después Nueva York sería un pequeño Santo Domingo)
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