Por Lincoln López
La crónica literaria “Las Navidades siniestras” de Gabriel García Márquez cuya última parte reproduzco más adelante, es una narración bien hecha, propia de un maestro de la Lengua y de un artista que la eleva por encima de un relato común, conservando todo su valor, aún en el contexto de fecha, lugar y del testigo. Dice así:
¨Según la leyenda nórdica, san Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germánicas del Norte a fines de siglo XVIII, junto con el árbol de los juguetes, y hace poco más de cien años pasó a Gran Bretaña y Francia. Luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar…
¨Todo eso, en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala.
Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere…por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones.
¨Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños -viendo tantas cosas atroces- terminen por creer de veras que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos¨.
(Gabriel José de la Concordia García Márquez (1927-2014), fue un escritor, guionista, editor y periodista colombiano. Premio Nobel de Literatura en 1982. “Las Navidades siniestras” apareció en la edición impresa de El País, España, el miércoles 24 de diciembre de 1980. Sus libros más destacados: Cien Años de Soledad, El amor en los tiempos de cólera, Crónica de una Muerte Anunciada, El coronel no tiene quien le escriba…)
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