​Nuestros Puertos. Hacia el Hub Logístico del Caribe (3)

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Hugo

Por Hugo Bueno Pascal 


Las navieras o agencias navieras en nuestro caso son las representantes de las navieras internacionales que llegan a los puertos del país, podría decirse que en el orden operativo y logístico son el eslabón de mayor importancia si estamos hablando de una ruta que nos lleve a optimizar los tiempos de desaduanización. Esquemáticamente este proceso comprende las siguientes etapas.


FLUJOGRAMA DEL PROCESO DE DESADUANIZACION


Desaduanizac9pon


Indudablemente que, si se persigue una dasaduanización en 24 horas, en cada una de estas etapas no puede existir “una sola demora “y cada actor involucrado deberá tener una actuación que busque la perfección y que se sienta con el compromiso de realizar un procedimiento perfecto que persiga la satisfacción plena del recipiente del servicio. En otras palabras, los actores involucrados deberán estar alineados con el mismo fin y esto en el orden práctico resulta casi imposible por lo menos en países como el nuestro en el que los deberes del servidor sea este público o privado, en muchas ocasiones son concebidos de tal manera que el cliente, que, en este caso es el importador o exportador, se ve como que lo que está pidiendo es un favor y no un servicio por el cual paga. Esto último muchas veces es producto de la poca o ninguna competencia en los servicios que se ofrecen lo cual pone en desventaja al cliente.


Consonante con un proceso cuasi- perfecto, hay que tomar en cuenta que, para tener el privilegio de que nuestro país se convierta en un centro logístico de operaciones portuarias en el caribe, habría que ser no solamente eficiente, sino además competitivo en costos, lo cual va apareado con la eficiencia, recordando que como reza el viejo dicho “ el tiempo es oro”.


Habíamos indicado que a pesar de que la DGA aprobó la presentación de la carga antes de la llegada del barco, esta facilidad no ha tenido la eficacia prevista debido a que las navieras realizan el manifiesto de la carga un día después de la llegada del barco. Esta situación entendemos que puede regularizarse ya que las navieras no tienen ninguna justificación debido a que disponen de la información necesaria para realizar el manifiesto de la carga desde la salida del buque en su origen. Parecería que esta actuación tiene como objetivo alargar el tiempo en el puerto que permanece la carga y por tanto retrasar el proceso y además aumentar el costo para el importador.


Siendo así la situación, el proceso ya en su primera etapa en el puerto “Presentación de la carga”, se inicia con un atraso que regularmente es de uno a dos días.


El pago de los impuestos es una operación que se realiza vía electrónica y el tiempo suele ser irrisorio y ejecutarse en minutos.


La etapa siguiente correspondiente a los procesos de verificación tiene dos vertientes y está matizada por obstáculos que verdaderamente son de los grandes retos que se tienen para eficientizar el proceso de desaduanización. Si su carga no requiere una verificación este proceso no conlleva ningún atraso y su mercancía puede pasar de inmediato prácticamente a la etapa final del proceso. Lamentablemente esta vertiente se aplica en la minoría de los casos, para OEA (Operador Económico Autorizado) y para grandes importadores. Hay que señalar que los procesos de verificación atrasan tanto a una ágil desaduanización al extremo de que regularmente se requiere hacer una cita, que toma dos a tres días y en ocasiones mucho mas, porque algún funcionario en el pasado estableció límites de verificaciones diarias que deben realizarse y esta decisión todavía hoy día se aplica en los puertos.


Los medianos y pequeños importadores son los que, aun siendo una gran mayoría, tienen que someterse a grandes obstáculos en este proceso de verificación que conlleva grandes pérdidas de tiempo y altísimos costos. Estos procesos indicados arriba en el diagrama, independientemente de los costos intrínsecos, arrastran costos por tiempos extras en el puerto que también son excesivos.


El caso particular de los alimentos que vienen en contenedores refrigerados y que requieren de electricidad permanente, es digno de mencionarse, toda vez que, por ejemplo, las carnes, llevan ocho aprobaciones que se traducen en tiempos y costos que dan al traste y absorben exenciones impositivas que establece el gobierno y que al final el consumidor no puede ver las reducciones de precios en sus compras.


En nuestra próxima entrega completaremos la actuación de los puertos, en lo concerniente a las facilidades, equipos e infraestructuras

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