​El turismo náutico: Peldaño en la diversificación del turismo dominicano

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Joan Feliz

Por Joan Feliz 


A pocos días de finalizar lo que al parecer será un año exitoso para el turismo dominicano y para el sector inmobiliario de la República Dominicana, es necesario pasar balance sobre las fortalezas y debilidades que aún pueden ser explotadas y aprovechadas en la diversificación de lo que hoy es un sólido turismo inmobiliario criollo.


El turismo inmobiliario, como todos saben, es un gran generador de inversión y una forma consistente de captar capital extranjero para el país. Si bien es cierto que con el pasar de los años ese viejo concepto de darle la prioridad al “todo incluido”, no es menos cierto que ese concepto ha ido quedando en los libros de historia, dando esto paso al turismo inmobiliario, e igualmente a la política de captar turistas inversionistas a largo plazo. Igualmente es absolutamente necesario la diversificación en otras áreas; uno de esos renglones con un gran mercado por explorar lo es el turismo náutico.


El turismo náutico de la República Dominicana se apoya en muy buenos representantes. Tal es el caso de la imponente y paradisíaca Marina de Cap Cana en la Zona Este, tesoro nuestro que es la envidia de otras marinas alrededor del mundo. Así como fascina la Marina de Ocean World y su astillero, la cual está equipada para una parada estratégica en la salida de cualquier bote del Caribe, en la Zona Norte, asimismo encandila la Marina Puerto Bahía en Noreste del país. Estas son solo algunas marinas que forman parte de nuestra propuesta acuática.


En los últimos meses el gobierno ha venido prestando atención a este renglón y su necesaria regulación para poder apoyar al máximo esta división del turismo nacional. Se avanza en la creación de una necesaria legislación náutica. Un ejemplo de eso lo representa el proyecto de ley aprobado por el Senado, el cual promueve el turismo marítimo a través de la reglamentación de la navegación de embarcaciones y artefactos náuticos, que con fin recreativo, particular, comercial y deportivo se realiza en aguas de jurisdicción nacional.


Como ejemplo de que nos desarrollamos en ese sector está la información despachada por el ministerio de la Presidencia, el cual asegura que: “De 7,000 barcos al año que navegan por la costa norte, solo 800 pueden detenerse en uno de los siete puntos de amarre que cumplen con las características físicas para embarcaciones de recreo. En total, el país cuenta con 2,300 puntos de amarre”.


El turismo náutico favorece el segmento turístico de lujo y prestigio, y esto indiscutiblemente que diversificará el perfil de nuestros visitantes y actuará como propulsor de nuestra economía, la cual a pesar de la gran estructura de la Marina Dominicana, este tramo ha sido poco explorado.


Según un grupo de expertos en esta materia, de cada yate de recreo que se detiene en territorio dominicano, los ingresos reportados ascienden a aproximadamente 8,000 dólares al mes por concepto de gastos corrientes, a lo que se le suma el mantenimiento, los seguros y sueldos y viáticos para los empleados.


Es evidente el interés del gobierno dominicano en explotar esta ramificación del turismo; Pero asimismo es importante destacar la gran gestión que ha realizado el sector privado en el desarrollo de este sector; tal es el caso de la Asociación Dominicana de Marinas, la cual está compuesta por algunas de las marinas más grandes y prestigiosas del país, unidas bajo la premisa de que el turismo náutico es conveniente para todos y que las ganancias a corto y mediano plazo serán una realidad. De ahí que su visión de impulsar a la República Dominicana como una sola marca resulte beneficiosa y necesaria.


Recientemente La Asociación Dominicana de Marinas participó en el Fort Lauderdale International Boat Show, espectáculo este que representa uno de los boats shows más importantes y prestigiosos del mundo, el cual tuvo el apoyo del Ministerio de Turismo, la Marina de Cap Cana, Puerto Bahía Ocean World, Punta Cana y el Club Náutico Santo Domingo, todas estas instituciones presentadas como una sola marca representante por todo lo alto de la Republica Dominicana.


El país se encamina a pasos firmes en su carrera por afianzarse como uno de los destinos de turismo inmobiliario más poderosos de toda América; y esto así debido a que la mayoría de nuestras marinas están dentro de proyectos inmobiliarios habitacionales y hoteleros, lo que hace estos proyectos mucho más atractivos entre los inversionistas de ese renglón.


Debemos garantizar que el arribo de un barco al país sea una experiencia acogedora y placentera, por lo que ha llegado la hora de mercadear satisfactoriamente el turismo náutico, lo cual se traduce en beneficios para casi todas las áreas de nuestra economía, pero sobre todo para la inmobiliaria.


Llegó la hora de hacer de la República Dominicana una moda; igualmente, hay que convertir al país en un destino de lujo de nuestro turismo náutico, el cual se encamina a convertirse en un buque insignia en todo el mundo.

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