Por Ángel B. Almonte
El 24 de diciembre del 2020 dos agentes de la Policía Nacional ultimaron a tiros al coronel piloto de la Fuerza Aérea Ramón Israel Rodríguez Cruz, hecho ocurrido en la comunidad de Boruco, en la provincia de Valverde.
El horrible caso estremeció a la sociedad dominicana, particularmente a los residentes en el área, debido al sacrificio que hizo su madre para formar a su vástago, un joven profesional, decente; y supuestamente por no prestarse al juego de los narcos, le arrancaron la vida.
Recientemente comparecieron de nuevo a los tribunales los agentes policiales Librado Recio Solís y el cabo Rafael de Jesús Díaz, a quienes le variaron la prisión preventiva por el pago de una garantía económica e impedimento de salida hasta que llegue el día del juicio de fondo.
En los pasillos del palacio de justicia de Mao, la madre del oficial culpó a la Fuerza Aérea de conocer quien o quienes mandaron a matar a su hijo, quien apena tenía 37 años de edad. “Yo no creo en la Justicia de Mao”, gritó llena de impotencia la madre del coronel piloto, acción que conmovió a los presentes en el juicio.
En los videos de las cámaras de seguridad de algunas viviendas, se ve claramente a una unidad de la policía merodeando la residencia del oficial, dejando entrever claramente que lo estaban esperando para cumplir su encargo, para ejecutarlo.
No es justo que se esté trabajando para aplicarle una condena a los dos policías de campo, pero sí es necesario que la cúpula de la FARD inicie un proceso de investigación serio, y le diga a la madre del oficial, a la esposa del oficial, a los hijos del oficial, a la comunidad que lo vio nacer, quién mandó a matar al coronel Cruz.
Ya el pueblo conoce sobre las versiones que dan cuenta del porqué de la trama en contra de Cruz, una de ella indica que este derribó una avioneta que llegaba al país cargada de droga, acción que los dueños del cargamento y sus cómplices no se la perdonarían.
En este país se acostumbra a jugar con la dignidad de la gente seria, al joven piloto lo mataron a tiros, ahora quieren matar a la madre y a su esposa poco a poco, haciéndola sufrir cada vez que transfieren el juicio.
La audiencia que se conoció en Mao, fue aplazada para el 16 de marzo del 2023, debido a que algunos testigos no fueron citados por la fiscalía, esta acción de la justicia manda una señal muy desagradable a quienes soñamos de que algún día se aplique la ley a quienes la violan, no importa el poder que tenga el acusado o los acusados.
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