Por Glenis E. Féliz
Desde hace meses un legislador de la provincia de San Juan, y varios de sus seguidores, han desatado una feroz campaña política irracional, sin ninguna base de sustentación ambiental, en contra de un proyecto de exploración de oro, plata, cobre y zinc en las lomas de El Romero, una zona que ha sido totalmente deforestada, por depredadores locales y haitianos, ante la mirada indiferente del legislador, de los agricultores y de algunos nuevos seudoambientalistas, que en la práctica nunca han sido vistos tratando de evitar, o de reducir, la grave contaminación ambiental cloacal que no deja respirar a los vecinos del río Tenguerengue, uno de los más contaminados de San Juan y del país.
Y todo parece complicarse desde las redes sociales, porque hay gente que no entiende que el Ministerio Energía y Minas es una entidad pública definida y creada legalmente para cumplir con planes y proyectos de exploración y explotación minera, y que por asuntos económicos necesita de inversionistas extranjeros, y es penoso observar como algunos políticos opositores en contra del Gobierno de turno, en contra del Ministerio Energía y Minas y en contra de la empresa Gold Quest, porque su interés es retrasar los procesos de aprobación del EIA, con argumentos falsos y todos lo saben.
Cada provincia demanda del Gobierno más escuelas para educación, acueductos, carreteras, caminos vecinales asfaltados para transportar los productos agrícolas del campo a la ciudad, más hospitales para atender la salud de la gente, equipos médicos, equipos agrícolas, equipos para construcción, canales de riego y la tan anhelada seguridad ciudadana, y para esas obras el Estado necesita los recursos económicos que provienen de los proyectos mineros, y es importante destacar, que todos los metales y minerales provienen de esa minería que ellos tanto critican, pero, usan autos, celulares, electrodomésticos, energía eléctrica y viven en apartamentos construidos con varillas de acero, block, cemento y muchas veces pisos de mármol, usan relojes, joyas y medicinas, y así insisten en la manipulación política contra de Romero.
El Gobierno se encuentra en el atraso en distintos temas importantes y descrédito público que crean incertidumbre en la sociedad, ya lo vivimos en el pasado y ahora lo estamos viviendo en el presente como si la sociedad completa debe estar sometida a un castigo eterno donde la politiquería traza las reglas de un juego sucio, descontrolado y sin fin, que no ayuda en nada, pero retrasa todos proyectos de inversión y los programas de política social, y hasta retrasa el conocimiento para viabilizar esos proyectos por parte de la sociedad y los comunitarios, porque ante los argumentos sin sustentación científica dificulta que mucha gente pueda establecer la diferencia entre lo que es verdad y lo que es mentira, y eso es grave.
Por lo que, no se entiende que ese legislador que fue funcionario de primer nivel de los gobiernos 1996-2000 y 2004 al 2012, no pudo convertir a San Juan de la Maguana en el tan anhelado granero del sur, y hoy tiene que conformarse con ver que es una de las provincias con mayor pobreza de la República Dominicana, privilegio negativo que comparte con la vecina provincia de Elías Piña, y hoy sale al frente como un gran defensor de la provincia de San Juan.
Y es entendible su comportamiento, porque son políticos acostumbrados a repartir 400 y 500 pesos en campaña para lograr el favor del voto, y no quieren ver a la gente de la provincia prosperar, porque de esa manera no tendrían el favor por intercambio para obtener una posición congresual, y es una lástima impedir el desarrollo de la provincia, y la prosperidad de muchas personas que serían beneficiadas con empleos, escuelas, hospitales, seguridad y una serie programas que pueden hacerse realidad gracias a los recursos económicos a través de la explotación de todos los metales que existen en El Romero.
Lo cierto es que tenemos un país rico en minería con políticos malintencionados y oportunistas que manejan los escenarios a su antojo y conveniencia, y es una pena ver tantos esfuerzos y recursos económicos destinados a crear el caos con argumentos falsos para confundir a la gente, y causan un daño de imagen al sector minero sabiendo ellos muy bien que es uno de los sectores que pueden aportar los recursos económicos para mejorar y desarrollar esa provincia y beneficiar a toda su gente.
La autora es: Politóloga (Políticas Públicas), Comunicación Estratégica, Académica, reside en Santo Domingo.
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