La empresa de exploración submarina Ocean Infinity fue contratada por la Armada de Argentina para realizar el operativo de búsqueda del submarino ARA San Juan, cuyo rastro se perdió el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo.
Las operaciones de rastreo comenzaron sobre el fondo de Océano Atlántico a unas 300 millas náuticas al este de la ciudad portuaria Comodoro Rivadavia.
La búsqueda involucró a la nave Seabed Constructor, construida en los astilleros de Bergen, Noruega, donde tiene su base de operaciones y navega bajo la bandera de ese mismo país.
El buque tiene 115 metros de eslora y 22 de manga, dispone de helipuerto y cuenta con una tecnología de punta.
Esta incluye un laboratorio informático de última generación, brazos mecánicos, lanchas rápidas, grúa de 250 toneladas y una velocidad de exploración de 1.200 kilómetros, según comunica la Armada argentina en su sitio internet.
Los equipos cruciales en la búsqueda del ARA San Juan fueron los vehículos submarinos autónomos (AUV, por sus siglas en inglés), también conocidos como drones subacuáticos.
Ocean Infinity asegura que sus AUV son tecnológicamente los más avanzados del mundo, con una capacidad de operar en profundidades desde 5 metros hasta 6.000 metros.
Como su nombre lo indica, estos vehículos son autónomos y no están atados al barco matriz, lo que les permite sumergirse más profundo y recolectar datos de mayor calidad.
Se pueden desplazar a una velocidad de 2 a 6 nudos y cuentan con reservas de 400 horas de batería.
Por su parte, el Seabed Constructor tiene una capacidad de trasladar 102 personas, pero para este operativo se utilizó un equipo de aproximadamente 60 tripulantes a bordo, según afirma la empresa en su página web.
Además, contaban con la presencia de tres oficiales de la Armada argentina. Cuatro miembros de familias de la tripulación del siniestrado submarino se unieron para observar la operación de búsqueda desde la nave.
Los operativos de Ocean Infinity fueron apoyados por varias entidades para determinar la zona de búsqueda, pero en particular la Armada de Argentina y la Real Marina de Reino Unido.
El costo de desplazamiento del Seabed Constructor es de US$50.000 diarios, cuyo cobro estaba sujeto a que se encontrara el ARA San Juan y que asciende a US$7,5 millones.
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